27 de Noviembre de 2020
La Federación de Veterinarios Europeos (FVE) ha emitido un informe en que el que se presenta una descripción general de la telemedicina veterinaria junto con recomendaciones a los organismos reguladores veterinarios para apoyar las ventajas al tiempo que previene o mitiga los riesgos de que la telemedicina afecte a la calidad de los servicios prestados o a la posición independiente del veterinario.
En este sentido, desde la FVE subrayan que “siempre que haya nuevas herramientas y tecnologías disponibles para los veterinarios, es importante asegurar que estas herramientas y tecnologías serán beneficiosas para la profesión veterinaria y no afectan negativamente la forma en que los veterinarios administran sus servicios de manera independiente y responsable”.
Así, según la FVE, la telemedicina es una herramienta de apoyo a los veterinarios que puede complementar otros métodos para hacer una consulta o un diagnóstico. No obstante, destacan que “la telemedicina no reemplaza a los veterinarios, independientemente de las herramientas que se utilicen, los veterinarios siempre son plenamente responsables de los servicios profesionales que brindan”.
Por otro lado, en el documento la FVE afirma que la consulta y el examen físico, además de la prescripción y dispensación de medicamentos veterinarios a los animales, son preferibles a los métodos electrónicos.
LA REVOLUCIÓN DIGITAL Y LA TELEMEDICINA VETERINARIA
Los veterinarios han estado intercambiando información con clientes y colegas por diferentes medios como el teléfono o el correo electrónico, los cuales han facilitado durante mucho tiempo las consultas veterinarias, según indican desde la FVE.
“En la actualidad, los avances en comunicaciones y el aumento del acceso a internet por parte de la población en general y los profesionales han revolucionado la prestación de todo tipo de servicios, incluida la asistencia sanitaria”, explican.
Asimismo, apuntan que las nuevas tecnologías de la comunicación “han sido uno de los principales impulsores del desarrollo de la telemedicina”. Y es que, explican que la revolución digital ha permitido el intercambio remoto de datos clínicos, incluidos vídeos e imágenes en alta calidad para facilitar el diagnóstico, el tratamiento y el asesoramiento por parte de expertos.
¿QUÉ ES LA TELEMEDICINA VETERINARIA?
Aunque no existe una definición universalmente aceptada de telemedicina veterinaria, el Grupo de Trabajo de órganos estatutarios veterinarios de la FVE ha acordado definir telemedicina como intercambio y uso de información sobre la salud de los animales a través de plataformas tecnológicas entre un veterinario y un destinatario (cliente, veterinario u otros profesionales de la salud) en el contexto de la relación veterinario-cliente-paciente.
“La telemedicina veterinaria utiliza las nuevas tecnologías para trascender las barreras geográficas y aumentar el acceso a los servicios de salud. Esto permite a los veterinarios intercambiar datos e información de forma más eficaz. También permite a los clientes acercarse a su veterinario desde un lugar remoto al buscar su consejo”, explican desde la FVE.
Además, gracias a la telemedicina, los clientes pueden tener la oportunidad de acercarse fácilmente a diferentes profesionales, establecer comparaciones y elegir en consecuencia. “Por estos motivos, para evitar el mal uso de la telemedicina y reducir la asimetría de información, los veterinarios deben estar sujetos a obligaciones éticas y legales en el uso de telemedicina. La naturaleza de la información, las acciones, las conclusiones o las recomendaciones que se pueden seguir son cruciales para el animal, el dueño del animal y el veterinario”, señalan.
LOS 4 PILARES BÁSICOS DE LA TELEMEDICINA VETERINARIA
Por otro lado, la FVE ha señalado cuáles son los 4 pilares en los que se sustenta la telemedicina veterinaria: la consulta remota, el diagnóstico remoto, la receta remota y los datos médicos generados por terceros.
Respecto a la consulta remota, desde la FVE señalan que implica el intercambio de consejos o referencias del veterinario al propietario del animal o un colega. Dicho consejo o referencia debe basarse en la confianza mutua y la calidad de los intercambios información.
En este aspecto la FVE recomienda a los organismos reguladores definir aquellos casos en los que la consulta remota se puede realizar, principalmente donde exista una necesidad de atención urgente, necesidad de asesoramiento de expertos (segunda opinión y caso de remisión) o para superar las barreras geográficas.
En cuanto al diagnóstico remoto, la FVE aconseja que se definan los casos en los que el veterinario pueda determinar si se necesita un examen físico adicional. Por otro lado, respecto a la prescripción remota de un fármaco, la federación indica que se deben regular aquellos casos en los que se puede realizar, pero también se debe evitar las posibles malas prácticas y el uso indebido de medicamentos como los antibióticos.
Por último, el cuarto pilar que menciona la FVE lo constituyen los datos médicos generados por terceros, sobre los cuales recomienda que los organismos reguladores consideren cómo y bajo qué circunstancias se pueden utilizar estos datos (por ejemplo, calidad y aspectos de confidencialidad).
Y es que, apuntan que dichos datos deben almacenarse de conformidad con la normativa vigente sobre protección de datos, privacidad y confidencialidad profesional. El mantenimiento de registros de tales datos debe estar bajo la responsabilidad del veterinario.
Fuente:
https://www.animalshealth.es/profesionales/como-usar-telemedicina-veterinaria-recomendaciones
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