Una Necesaria Reflexión Filosófica Sobre la Medicina de Última Generación

18 de Noviembre de 2019

Zolgensma es un tratamiento genético para niños con Atrofia Muscular Espinal (AME), una enfermedad de origen genético que impide el desarrollo adecuado de los músculos; el medicamento en cuestión busca reparar los genes para que sean capaces de producir esas proteínas en cantidades normales y si bien, esta enfermedad no tiene cura, existen medicamentos que ayudan a contrarrestar sus efectos y, de estos, el más revolucionario es Zolgensma. El inconveniente, y motivo de la primera polémica es su precio: US$2,1 millones, lo que lo convierte en el fármaco más caro del mundo.

Ahora aparece un nuevo medicamento, Kymriah, el primero de toda una generación de nuevos tratamientos génicos de fabricación personalizada y resultados revolucionarios. En este caso el medicamento de Novartis (el mismo laboratorio de Zolgensma) según los ensayos clínicos auditados por la FDA, es capaz de erradicar la Leucemia Linfoblástica Aguda del 83% de los pacientes en solo tres meses; el detalle, como en el caso de Zolgensma es también su precio: 320.000 euros.

Parte de la reflexión filosófica, hasta ahora sobre las ciencias biomédicas, se ha centrado en las cuestiones bioéticas y se le ha dado menos atención, mucha menos atención, a las implicaciones de tipo político y social, sumamente pertinentes en estos casos como el acceso desigual a los beneficios del desarrollo tecnológico, las prioridades en el financiamiento público de la investigación, la orientación de las investigaciones con apoyo privado y los intereses que satisfacen, el modo de implementar mecanismos de participación democrática en las decisiones acerca del desarrollo tecnológico y de sus efectos o el papel que debe tener la investigación científico-técnica a la hora de paliar los efectos del cambio climático y del deterioro medioambiental. Todas estas implicaciones han sido dejadas de lado y una de las áreas en las que pudiera plantearse un dilema, un desequilibrio de enfoques, y en el que priman sobremanera las preocupaciones éticas sobre las políticas, es en el del biomejoramiento humano, por ejemplo, que podría generar un tipo de sociedad compuesta significativamente por individuos biomejorados que conduciría finalmente a una insalvable división genética. Las diferencias sociales podrían quedar concretadas en diferencias genéticas hasta el punto que pobres y ricos pertenecieran a dos especies biológicas diferentes.

Fuente:

José Manuel Pernalete. MV, MSc, PhD.
Profesor Titular.
Departamento de Producción Animal y Tecnología.
Decanato de Ciencias Veterinarias. UCLA. Venezuela.