28 de Octubre de 2019
El tigre blanco Kenny nació con un morro deformado que no le permitía cerrar completamente la boca, además de manifestar un comportamiento propio de un cachorro en edad adulta y con reflejos muy lentos. Kenny llegó a ser conocido como el primer animal afectado por el síndrome de Down.
Nada más lejos de la verdad. La trisomía 21 o síndrome de Down afecta sólo a los humanos y esto ocurre porque poseemos 23 pares de cromosomas y esta anomalía genética se manifiesta cuando una persona tiene una copia extra del cromosoma 21: tres en lugar de dos. Los animales también tienen cromosomas, y por supuesto, también pueden sufrir anomalías genéticas, pero no del tipo trisomía 21, que es característico de la estructura del ADN humano porque los pares varían según la especie. Por lo tanto, es posible que los animales no humanos experimenten trisomías cromosómicas de algún tipo, que den lugar a dificultades cognitivas y fisiológicas o anomalías anatómicas, pero no el Síndrome de Down propiamente dicho.
Solamente en primates no humanos que poseen un ADN igual al nuestro hasta en un 98% se ha detectado un síndrome hereditario similar al nuestro, como es el caso de los gorilas.
Fuente: José Manuel Pernalete. MV, MSc, PhD.
Profesor Titular Departamento de Producción Animal y Tecnología.
Decanato de Ciencias Veterinarias. UCLA. Venezuela.
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