01 de Septiembre de 2025
Aunque lamer puede ser una de las maneras más comunes en la que los perros muestran afecto hacia sus amos, esta conducta no siempre constituye un gesto de amor.
De acuerdo con los expertos, el que un perro lama o chupe a su cuidador puede ser un signo de estrés, preocupación o incomodidad; de allí la importancia de aprender a decodificar estas señales en pro del bienestar del animal, así como de quienes le rodean.
El lamido de un perro también es una señal de que hay algo que le está generando incertidumbre al can, por lo que intenta autorregularse con esta acción.
Sin embargo, hay algo que es cierto, los lamidos siempre son una forma de comunicarse con los demás, cuyo significado varía de acuerdo con la circunstancia. Educadores caninos refieren que estos comportamientos pueden surgir por nerviosismo, estrés o una necesidad de calmar tensiones.
Un ejemplo muy común ocurre cuando el can no está acostumbrado al ruido y llegan visitas de niños a la casa. El ruido o los movimientos bruscos pueden alterar al perro, el cual percibe una situación que claramente le es incómoda.
Evaluar el contexto. Es necesario estudiar en qué contexto el animal lame a su cuidador humano. Cuando se le ofrece la mano para ver cómo reacciona y empieza a lamerla sin control, esto puede demostrar que está inseguro con algo.
Si el perro se limita a oler la mano, esto puede significar que está evaluando si es seguro lamerla.
También es importante tener en cuenta el entorno en el cual el animal lame, si lo hace solo con sus cuidadores o con determinadas personas.
Asimismo, puede ser útil evaluar si solo lame la mano o muestra otros signos, como ladrar o correr.
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