30 de Octubre de 2020
El consentimiento informado es un proceso de comunicación e información entre veterinario y propietario del animal, que culmina con la aceptación o no de un procedimiento diagnóstico o terapéutico después de conocer los riesgos, beneficios y alternativas
La Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha elaborado una infografía sobre uno de los procesos que debería realizar todo veterinario para evitar sorpresas ante una reclamación. Como explicó el experto Andrés Santiago, experto en veterinaria legal, para Diario Veterinario, “la carencia de historia clínica o la realización de una historia clínica deficiente e incompleta genera una impresión negativa en procedimientos judiciales y su validez como medio de prueba queda anulada”.
Generalmente, cuando el veterinario adopta una serie de medidas, como pueden ser el elaborar un adecuado consentimiento informado o una adecuada historia clínica en cada visita del animal, “el riesgo de reclamaciones disminuye abismalmente”, asegura Andrés Santiago.
Concretamente, el consentimiento informado es un proceso de comunicación e información entre el veterinario y el propietario del animal, que culmina con la aceptación o no de un procedimiento diagnóstico o terapéutico después de conocer los riesgos, beneficios y alternativas.
¿ES UN IMPERATIVO DEONTOLÓGICO?
La OCV señala que sí, “y además es un imperativo ético en la relación veterinario/cliente. No implica falta de confianza, al contrario, sirve para definir con claridad los tratamientos. Y da seguridad a ambas partes ante la toma de decisiones”.
Para llevarlo a cabo, los expertos indican una serie de requisitos. En primer lugar, la voluntariedad, “elección libre del tratamiento por parte del dueño”. Seguidamente, la información, que debe ser clara y completa. Y, por último, comprensión, “manifiesta de los riesgos y las alternativas”.
Si bien el consentimiento informado es un acto verbal básico, la OCV recomienda redactarlo por escrito cuando el tratamiento o prueba comporte riesgos para la salud del animal. En este sentido, debería utilizarse en cirugías, todo procedimiento que contemple sedación o anestesia, hospitalizaciones y aplicación de tratamientos que pueda suponer riesgo efectivo para la vida del animal. Y, además, antes de realizar una eutanasia o una necropsia del animal.
¿QUÉ DATOS DEBE CONTENER?
La Organización Colegial Veterinaria indica que un buen consentimiento informado es imprescindible que contenga los datos básicos del propietario, la mascota y el centro veterinario; el tratamiento y su utilidad; los posibles efectos secundarios y complicaciones más frecuentes; así como los riesgos inherentes al proceso y los tratamientos alternativos, si existen. Puede incluir el presupuesto del tratamiento.
Fuente:
https://www.diarioveterinario.com/t/2141209/importancia-consentimiento-informado-entre-veterinario-propietario
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