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Qué les hemos hecho a los perros: las consecuencias de la cría selectiva en la salud de las mascotas que triunfan en redes

22 de Noviembre de 2023

Tiktok está repleto de vídeos de pugs “graciosos” roncando. Estos perros se han vuelto increíblemente populares en las últimas décadas. Así lo indica un estudio publicado en la revista Canine Medicine and Genetics, que concluye que estos animales tienen dificultad para respirar y problemas de salud tan graves que “ya no pueden ser considerados un perro típico desde una perspectiva de salud”. Los pugs, al igual que otras razas populares y virales en redes sociales, son víctimas de la cría selectiva con fines estéticos.

“Nos entristece mucho ver perros que luchan por respirar, caminar, jugar o vivir una vida normal y feliz porque han sido criados para verse de cierta manera, ya sea con fines de lucro o para ganar un espectáculo”, afirman desde la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales. La cría selectiva se ha centrado cada vez más en el aspecto y en la popularidad de determinadas razas, sin tener en cuenta la funcionalidad, salud o longevidad, según la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) y la Federación Europea de Asociaciones Veterinarias de Animales de Compañía.

El objetivo de la cría selectiva es producir descendencia con unas características específicas. “Se ha realizado desde que comenzamos a relacionarnos con los perros”, afirma Paula Pérez Fraga, veterinaria con un máster en medicina del comportamiento de animales de compañía y doctoranda del grupo de comportamiento animal Family Dog Project en el Departamento de Etología de la Universidad de Budapest.

Hace unos 15.000 años este tipo de cría se hacía “con fines comportamentales”. Una investigación publicada en la revista Science indica que antes del siglo XIX, los perros se seleccionaban principalmente para funciones como la caza, la vigilancia y el pastoreo. “Los humanos propiciaban la reproducción de aquellos individuos más sociables y con menos miedos, de modo que la descendencia era más dócil y fácil de manejar”, cuenta Fraga. Con el tiempo, fueron seleccionando a los perros “por ciertas vocalizaciones que nos podían ser ventajosas —los ladridos— o por su capacidad de comunicarse mejor con nosotros en la distancia”.

Pero en el siglo XIX el énfasis de la cría selectiva se puso en la morfología, además de en el temperamento. De esta forma “nació el concepto de los perros como animales puramente de compañía”. Desde ese momento, se ha dado prioridad a la apariencia que los dueños de mascotas consideran “estéticamente agradable”, lo que ha condicionado el tamaño, el color o la longitud del pelo de los perros. Así lo explica Rowena Packer, profesora de ciencias del bienestar y comportamiento de los animales de compañía en el Royal Veterinary College, en Reino Unido: “Esto ha llevado a la proliferación de varios cientos de razas de perros a nivel internacional, siendo el perro la especie de mamífero con mayor diversidad fenotípica del planeta”. La Federación Cinológica Internacional reconoce 356 razas.

El impacto en la salud de la cría selectiva
La cría selectiva puede ser extremadamente útil para los humanos si se hace correctamente, según Packer. Permite que haya animales que realicen tareas específicas, como los perros policía, de pastoreo o que asisten a personas con discapacidad. Fuentes de la Real Sociedad Canina de España destacan otra gran ventaja: la de reducir o erradicar las enfermedades heredables en ciertas razas: “Tal es el caso de afecciones como la displasia de cadera o la atrofia progresiva de retina, cada vez menos prevalentes gracias al uso de herramientas científicas veterinarias por parte de los criadores responsables”.

Sin embargo, en muchos otros casos, la cría selectiva ha tenido un impacto negativo en la salud de los perros. Para empezar, Packer hace referencia a problemas relacionados con la “endogamia”. “En un intento de fijar ciertos rasgos genéticos en una población, los criadores ‘cierran’ el acervo genético de su raza para que la genética externa (los genes de perros de otras razas) ya no pueda entrar en él”, explica.

Dentro de este acervo genético restringido, algunos criadores seleccionan individuos estrechamente relacionados para los apareamientos. Por ejemplo, madres con hijos, padres con hijas, hermanos o abuelos con nietos. La experta destaca que “esto reduce aún más la diversidad genética y aumenta la probabilidad de que la descendencia se vea afectada por condiciones de salud genéticas como la sordera”.

Hay muchas enfermedades hereditarias que tienen una prevalencia superior a la normal en razas de perros específicas que acaparan millones de visitas en redes sociales. Michael Aherne, profesor clínico asistente de cardiología de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida, explica que es el caso de la cardiomiopatía dilatada en los doberman pinschers, la enfermedad degenerativa de la válvula mitral en los cavalier king charles spaniels, la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho en los boxers, la displasia de cadera en los labrador retrievers o la estenosis aórtica subvalvular en golden retrievers. “La lista de ejemplos es prácticamente interminable, y casi todos los individuos de raza tienen un mayor riesgo de padecer una enfermedad u otra”, indica.

Fuente: https://elpais.com/salud-y-bienestar/2023-11-14/que-les-hemos-hecho-a-los-perros-las-consecuencias-de-la-cria-selectiva-en-la-salud-de-las-mascotas-que-triunfan-en-redes.html

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